"Con moita calma"

Verano de 2003. A las afueras de Lisboa.

Jan Desmut y Alvaro López conducían nuestro pequeño convoy hacia la playa de Caparica. Objetivo: rodar una secuencia del corto Ana y Leila (Dir: Jan Desmut) en la “hora mágica” (los últimos rayos del sol) . Llevábamos un largo y caluroso día de viaje desde Madrid y, a punto de llegar a la playa, nos perdimos.

Jan Desmut se bajó a preguntar a dos transeúntes que pasaban por allí. Dentro de los coches todo eran nervios, cansancio, calor y un cocker que no dejaba de ladrar. Después de unos minutos de charla, Desmut volvió al coche y nos dijo:

- Me han dicho que sigamos esta rotonda pero “con moita calma”, “con moita calma” para no pasarnos el desvío que lleva a Caparica.

Arrancamos los coches y empezamos a circular a veinte por hora. Y efectivamente, de repente surgió un cartel que indicaba un giro cerradísimo a la derecha y que rezaba “Caparica”. Un poco más de velocidad y nos lo hubiéramos saltado irremediablemente.

Al final de aquella carreterita estaba la playa más maravillosa en la que hemos trabajado. Para ser el mes de julio, no había practicamente nadie. Los pescadores recogían sus barcas y se marchaban en tractores. Abrimos las latas de cerveza y atacamos los planos con una mezcla de cansancio, alegría y estupefacción que aún no se nos ha olvidado.
Y por supuesto, la luz era maravillosa: justo la que quería Jan Desmut para esa secuencia.




Desde entonces el espíritu de nuestras producciones es ese “con moita calma”. Que viene a ser también el universal “sin prisa pero sin pausa”. Una cosa tras otra. Exprimir cada momento.

Cuatro años después tenemos cerca de 20 cortometrajes producidos con presupuestos mínimos; algún premio que otro; colaboraciones en varios documentales, y un montón de proyectos en el horno.

E sempre con moita calma...